Una estrella de fútbol internacional introducida como actor en una serie de anuncios…digamos caseros, ¿qué tiene en común Fernando Torres con una peluquería, una escuela de tenis y una escuela canina? Atendiendo a sus palabras, una amistad con sus dueños. Una idea alejada de los cánones normales. Los mejores jugadores del fútbol acostumbran a protagonizar campañas de grandes compañías, fundamentalmente de la marca deportiva que los viste.
El primer anuncio, que salió a la luz el 22 de enero, promocionaba la peluquería 'Gessbra' de su "amigo" Juan Carlos. Ahí comenzó todo. Pero, en principio, no despertaba muchas sospechas, todo el mundo lo entendió como un gesto, generoso, del futbolista. La justificación era sentimental, lo hacía por amistad.
La semana siguiente apareció el anuncio de "la escuela de tenis de mi amigo Luis" y la siguiente semana "la escuela de adiestramiento de mi amigo Nacho". Los tres 'spots', completamente alejados de la estética de un anuncio, de Nike, Adidas, Coca Cola o Pepsi. La imagen y la calidad de los vídeos era casera, sencilla, simple, pero con la presencia de Fernando Torres. Un anuncio pasa, pero tres... Mucha amistad de por medio.
Los tres anuncios tenían la misma estructura, algo ocurría, pues detrás de esa gran puesta en escena se encontraba una campaña publicitaria de la agencia Contrapunto para el Banco Gallego. Agencia y anunciante han apostado por la creatividad y la innovación en un contexto difícil, sobre todo cuando si se trata de anunciar una entidad bancaria, los consumidores se muestran reacios, ya que nos encontramos en una situación económica complicada.
Puede que estos sean los primeros pasos de una nueva publicidad basada en métodos diferentes para captar la atención del público en época de crisis.
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