LA DGT

La función social de la DGT está muy clara, motivar y controlar entre la sociedad determinadas actitudes que son buenas para esta. Para ello llevan a cabo campañas de concienciación vial desde los años 60, con el objetivo de un correcto uso de las normas tanto para vehículos como para los peatones. En estas campañas podemos observar la evolución de la sociedad y con ello las normas de conducción. Así desde la década de los 60, con la compra de los primeros coches en España, se va constituyendo poco a poco una fuerte norma vial que va siendo ampliada y modificada año tras año.
Las campañas de los años 60 se basaban en los principios básicos de la normalización del comportamiento vial, es decir, mirar antes de cruzar, el uso correcto de los pasos de peatones, etc. En la campaña de los 70 con la normalización el uso de coches, en la vida cotidiana española, empezaron a surgir los primeros consejos de concienciación del abuso alcohol y las consecuencias que esto podría tener. En estas campañas publicitarias se utilizó la animación para representar un accidente de tráfico. Durante los años 80 se pretendió causar miedo a los conductores para concienciarles del riesgo que tenía un conductor ebrio, asimismo aparecen los primeros intentos para que los españoles utilizáramos el casco en la moto. En los 90 se sigue la línea de persuasión sobre los riesgos del alcohol en carretera, intentando una reacción de la sociedad ante los accidentes de tráfico. Con ello la publicidad se centró en meter el miedo al colectivo de conductores para que reaccionaran. Finalmente, durante todo el principio del siglo XXI las campañas han seguido la dinámica de las campañas de décadas anteriores. Sin embargo, se han utilizado métodos más impactantes para que quedara mejor recogido en la mente de la sociedad español. Como es el caso de la campaña de 2004 “Únete a la vida” donde empleaban escenas de accidentes de tráfico explicitas, con el objetivo de que la gente se mentalizara. Por ello, años después se realizó la campaña “No podemos conducir por ti”, que no estaba compuesta por escenas tan impresionantes.
Con la puesta en marcha en 1989 de las primeras leyes de seguridad vial poco a poco ha quedado más instaurado en la sociedad un comportamiento vial como modo de supervivencia en la carretera, llegando a ser parte del día a día e incluso a formar parte del mercado. En este caso, el mercado automovilístico se ha ido centrando en las necesidades que pedía un consumidor cada vez más preocupado por su seguridad. Así se inventaron los airbags, coches más resistentes, cinturón de seguridad para todos los pasajeros (no solo para el conductor y el copiloto), el manos libres para el móvil, etc. Los mercados se han adaptado a las exigencias del cliente cuya intención de compra en automóviles es la seguridad que ofrece el vehículo.
Las leyes se han ido modificando y añadiendo conforme la sociedad cambiaba, adaptándose a las exigencias de seguridad. Algunas llevadas a cabo en esta década, como es el caso del “Carnet por puntos”, un método llevado por el gobierno y muy criticado en su día. Cuya función social consiste en la prevención de actos contra la seguridad de las personas.
Así que la DGT junto con los mass media, formando una acción social organizada, han creado una cultura entorno al comportamiento correcto ante la conducción. Un comportamiento social obligatorio legal y socialmente donde toda la sociedad debe ser participe. Se ha estructurado una conciencia social alrededor de la responsabilidad en la conducción beneficiosa para todos.